Lluvia, agua y riego

Aprovechando el clima que nos acompaña, queremos hablarte de la lluvia, el agua y el riego.

Pasamos del sol a la lluvia, en el cielo que cubre nuestros huertos y también en el blog del Hortal del Canal. La lluvia le sienta bien a nuestros cultivos, siendo un aporte de agua natural que si no es excesivo será muy beneficioso.

El exceso de lluvia, sin embargo, puede provocar inundaciones y ahogar nuestras plantas por falta de oxígeno en sus raíces. Afortunadamente, este fenómeno meteorológico no es muy común en Zaragoza, por lo que nuestros cultivos agradecen la lluvia más que temerla, y la cantidad de agua que reciben nuestras plantas está casi siempre bajo nuestro control a través del riego.

El agua es el elemento en el que se disuelven las sustancias nutritivas de la tierra y el que facilita que estos nutrientes sean absorbidos por las plantas a través de sus raíces. A la hora de regar deberemos tener en cuenta los siguientes aspectos:

– La dosificación: Aprender a dosificar el agua no es siempre sencillo, cada planta tiene unas necesidades hídricas que deberemos conocer para planificarnos y tener una visión global. Tendremos que conocer las necesidades de cada cultivo y tener en cuenta que pueden cambiar en función de cada variedad. La formación es importante pero la observación será también nuestra aliada en este proceso de aprendizaje, viendo las necesidades de riego de nuestros cultivos sobre el terreno.

– La frecuencia: Para saber con qué frecuencia regar deberemos tener en cuenta el clima (regar más en verano y menos invierno, más en climas secos y menos en climas lluviosos) y también la calidad de la tierra, pues una tierra con abundante materia orgánica hará un efecto esponja que retendrá el agua.
Para saber dosis y frecuencia de riego, es mejor consultar las necesidades de cada cultivo, pero hay algunas pautas generales que pueden darnos pistas:

– Los cultivos de hojas anchas como lechugas o acelgas, necesitan más agua. – Los cultivos de vegetales con hortalizas como los tomates, el calabacín o la berenjena necesitarán poca agua en su etapa de floración, y más agua una vez formados los frutos.- Los cultivos como ajos, cebollas o plantas aromáticas necesitan menos agua.

En cuanto al método de riego, en el Hortal del Canal optamos por el riego por goteo, un método idóneo para zonas poco lluviosas como la nuestra. De este modo, regamos las plantas por medio de gotas de agua filtradas por un tubo. El agua se infiltra hacia las raíces de las plantas irrigando directamente la zona de influencia de estas, aumentando la productividad de las plantas y evitando la proliferación de hierbas que compiten por los nutrientes con las plantas que deseamos cultivar. Además, es un método más sostenible que otros por el ahorro de agua que supone.

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